Cuando estés en Londres, prueba el 'fish and chips', uno de los platos más emblemáticos de Inglaterra.
Los londinense mojan su pescado crujiente y sus patatas fritas en vinagre de malta.
Si hay un plato típico de España ese es la paella. Puede ser valenciana, mixta, de pollo o de marisco. En definitiva, cualquier opción es interesante y rica.
El dulce español más típico es el chocolate con churros.
La Chocolatería San Ginés es el lugar más famoso para probar los churros de Madrid. Pero, la combinación de chocolate caliente con churros crujientes y calientes se puede encontrar en casi cualquier cafetería.
Todo el mundo debería probar una pizza italiana tradicional.
Nápoles es el hogar de L'Antica Pizzeria da Michele, que es considerada una de las pizzerías más famosas del mundo. Esta apareció en la película Come, reza, ama, y los dueños abrieron un local en Los Ángeles en 2019.
Los más atrevidos deberían probar los famosos escargots (caracoles), ya que es un plato muy típico de Francia.
Deberías probar el plato estrella de L'Escargot Montorgueil, un famoso restaurante de París.
Prueba el dim sum, una comida cantonés-china formada por pequeños platos de bolitas rellenas.
La traducción de dim sum significa 'con un toque de corazón', según Mental Floss. Condé Nast Traveler asegura que el restaurante Palacio Koi, situado en el Barrio Chino de San Francisco.
Si prefieres el dulce, prueba una porción de baklava, un pastel de Oriente Medio hecho con masa filo, nueces picadas y miel.
La panadería Shatila en Dearborn, en Michigan, es famosa por su baklava.
Come ensalada caprese con tomates, albahaca y queso mozzarella.
El Caseificio La Fattoria, un restaurante en la región italiana de Campania, hace mozzarella fresca en esferas gigantes que pueden pesar hasta 40 kilos.